LinkedIn Ads vs LVI: ¿Cuál es la mejor estrategia de prospección B2B?
¿En qué difieren y en qué se parecen estas 2 herramientas?
Cuando una empresa decide invertir en LinkedIn para captar clientes B2B, normalmente se encuentra con dos caminos: invertir en LinkedIn Ads o implementar una estrategia de prospección automatizada con LVI.
A simple vista parecen opciones similares —ambas usan la misma plataforma—, pero en la práctica responden a objetivos completamente distintos.
Mientras LinkedIn Ads es publicidad pagada, diseñada para mostrar tu marca, LVI automatiza un proceso humano que ya existe: el contacto directo con decisores dentro de empresas.
LinkedIn Ads: alcance y visibilidad (pero con costo elevado)
LinkedIn Ads es la plataforma publicitaria oficial de LinkedIn.
Permite segmentar con precisión —por cargo, industria, empresa, ubicación, antigüedad o tamaño de organización—, y esto la convierte en una herramienta ideal para posicionamiento de marca y campañas de branding B2B.
Sin embargo, sus ventajas tienen un precio.
Las campañas requieren una inversión mínima mensual de entre USD 500 y 1.000, y los resultados se perciben como lo que son: publicidad.
Aunque el mensaje esté bien diseñado, el usuario sabe que está siendo impactado por un anuncio, no por una conversación genuina.
En promedio, la tasa de conversión de LinkedIn Ads es menor al 1%.
Es decir, de cada 1.000 personas alcanzadas por una campaña, menos de 10 llegarán siquiera a iniciar contacto.
LinkedIn Ads es útil para aumentar la visibilidad de tu empresa o para impulsar publicaciones corporativas, pero si tu objetivo es generar conversaciones reales con decisores, su naturaleza publicitaria termina siendo una barrera.
LVI: automatización de la prospección real
LVI funciona con una lógica completamente distinta.
No muestra anuncios, no paga clics ni impresiones.
Automatiza el trabajo que normalmente hace un ejecutivo de prospección o pre-venta:
Buscar perfiles de personas que cumplen ciertos criterios (directores, gerentes, CEOs o fundadores en sectores específicos).
Enviar invitaciones personalizadas desde tu cuenta.
Redactar mensajes iniciales empáticos.
Hacer seguimiento automático si no hay respuesta.
Registrar todos los datos en una hoja de Google Sheets para tu equipo comercial.
El resultado es un flujo constante de contactos calificados sin tareas manuales.
Y lo más importante: los mensajes no se perciben como publicidad, sino como conversaciones reales entre profesionales.
Eso se traduce en una tasa promedio de respuesta del 8% al 10%, el doble que la prospección manual (alrededor del 4% a 5%) y hasta diez veces más que una campaña con LinkedIn Ads.
La razón es simple: el seguimiento no depende de la memoria o el tiempo de una persona.
LVI sigue la secuencia exacta, con intervalos óptimos de tres a cinco días entre cada mensaje, y sin cometer errores.
Además, utiliza mensajes redactados con una técnica probada durante más de una década, aplicada en cientos de empresas y optimizada para lograr respuestas reales.
El costo real de cada alternativa
En términos de inversión, la diferencia es significativa.
Con LinkedIn Ads, el punto de partida está entre USD 500 y 1.000 mensuales para lograr un alcance razonable.
Si, en cambio, haces prospección manual, necesitas destinar entre 30 y 40 horas semanales de una persona dedicada, lo que equivale a un costo de al menos USD 600 a 700 al mes, sin contar cargas sociales.
Ese trabajo manual incluye buscar prospectos, revisar perfiles, enviar invitaciones, hacer seguimiento con intervalos adecuados, redactar correctamente los mensajes y registrar todo en hojas de cálculo.
Y aunque lo hicieras tú mismo, el valor de ese tiempo sigue siendo el mismo.
LVI cuesta apenas USD 149,99 al mes, un tercio de lo que gastarías en un proceso manual y mucho menos que la inversión mínima en publicidad.
Y, a diferencia de ambos casos, te garantiza constancia: la herramienta envía automáticamente entre 400 y 600 invitaciones por mes (máximo permitido por LinkedIn), realiza seguimientos con intervalos de tres días entre mensajes, y cada vez que alguien responde, registra los datos del contacto (nombre, cargo, empresa, país y mensaje recibido) en una hoja de Google Sheets.
Desde allí, tu equipo comercial puede continuar con lo más importante: explicar tu propuesta de valor, resolver dudas y cerrar acuerdos.
Nosotros simplemente te entregamos el lead en la puerta.
El resto depende de tu estrategia y de tu capacidad para convertir.
LVI no reemplaza tu equipo comercial: lo potencia
Un error frecuente es pensar que LVI “vende por ti”.
No lo hace, y ninguna herramienta debería hacerlo.
LVI reemplaza la parte operativa de la prospección, no el trabajo comercial estratégico.
Su función es encontrar a los decisores correctos y abrir conversaciones.
A partir de ahí, la responsabilidad pasa al equipo comercial: presentar la propuesta de valor, resolver dudas, gestionar reuniones y cerrar acuerdos.
Si recibes decenas de contactos de directores y gerentes y no logras avanzar en reuniones, el problema no está en la herramienta.
Está en la estrategia comercial, en el discurso o en la propuesta.
Como decimos siempre: si entran 100 personas a tu negocio y nadie compra, no es culpa de la puerta.
¿Cuál elegir?
Si tu objetivo es posicionamiento de marca o visibilidad, LinkedIn Ads es una buena opción, siempre que tengas presupuesto suficiente y entiendas que no estás comprando respuestas, sino presencia.
Si tu objetivo es generar contactos reales, calificados y listos para conversar, LVI es la opción más eficiente: menor costo, mayor personalización y resultados medibles en tiempo real.
En la práctica, la mejor combinación es Sales Navigator + LVI.
Así aprovechas al máximo el potencial de segmentación de LinkedIn y dejas que la automatización haga el resto.
Incluso en el peor escenario, tu inversión mensual total ronda los USD 200–250, menos de la mitad de lo que gastarías en publicidad y mucho más rentable que tener a alguien haciendo todo ese trabajo de forma manual.
Conclusión
LinkedIn Ads y LVI no compiten entre sí: sirven a propósitos distintos.
Uno impulsa el reconocimiento de marca; el otro genera conversaciones con quienes toman decisiones.
Por eso, las empresas que más crecen hoy combinan ambas estrategias: visibilidad con LinkedIn Ads y prospección automatizada con LVI.
Con más de 10 años de experiencia y más de 500 empresas activas en Latinoamérica, LVI se ha consolidado como la herramienta líder de automatización de prospección en LinkedIn.
